LA LETRA Y LA MÚSICA: Palabras de amor, por Eva Sion – Febrero 2013
Las palabras de amor se esparcen por el
mundo de la música como las motas de polvo en el aire: de forma infinita, y el
verbo amar se conjuga hasta la extenuación en sus diversos tiempos, modos,
aspectos, voces y personas abriendo un amplio abanico de posibilidades donde
elegir lo que mejor nos acomode. Y, sin embargo, a pesar del continuo uso del
concepto, éste parece resistir el paso del tiempo y el roce constante del que,
en vez de salir más desgastado, refuerza sus músculos y renueva sus bríos.
Definiciones podemos encontrar para todos los gustos, al igual que las
comparaciones y metáforas, pero, sobre todo, cuando de amor se trata, lo que
impera son las hipérboles pues el ser humano, desde su insignificancia
existencial, tiende a crear mitos de los que sólo son ensoñaciones. Y de esta manera
damos forma a lo que carece de ella y pretendemos fiscalizar el mayor tesoro
insustancial del cual casi siempre lloramos su ausencia o hurto, pues,
curiosamente, con bastante frecuencia, lamentamos la pérdida de algo que sólo
ha existido en nuestra imaginación…
Amor sólo tiene cuatro letras y, sin
embargo, ha generado ríos, incluso océanos de tinta que, mezclada con lágrimas,
sangre y otros efluvios corporales, ha hecho germinar un monstruoso dragón que
nos devora placenteramente cuando no nos enloquece de por vida, aunque, todo
hay que decirlo, también los hay que saben sacar tajada de semejante engendro
alcanzando la gloria y la riqueza, para llegar a formar parte de los anaqueles
de la eternidad en el salón de los sentimientos.
Sobre todo, eso nadie lo pondrá en duda,
las palabras de amor y la escala musical siempre han tenido una fructífera
relación, aunque no en todos los casos acertada, esa es la verdad, pero sí han
sabido llegar a tal conjunción anímica que se han convertido en una mortal arma
arrojadiza que con fatal puntería, por lo acertada, da en el blanco de los
sentidos más oscuros. Pero son tantos los ejemplos que, lamentablemente,
debemos ceñirnos a unos pocos a causa de lo reducido de mi espacio y a los límites
de vuestra paciencia. Y, como a veces me suelen tachar de imprevisible y
trasnochada, no me resisto a comenzar con una canción que, desde mi más tierna
infancia, removía las entrañas de mi cuerpo enamoradizo, me refiero a Paraules d’amor, ese tema que habla, en
lengua catalana, de una ternura adolescente y por lo tanto sincera, sin afeites
ni caretas carnavalescas, con, como dice su joven por entonces, autor: paraules d’amor senzilles i tendres y es
que a los quince años no en sabíem més
ya que no havíem tingut massa temps per
aprendre’n, pues tot just despertàvem
del son dels infants… ¿Quién puede resistirse a esta catarsis en nuestro
actual bloqueo sentimental?:
Joan Manuel Serrat escribió Paraules d’amor en el año 1966,
publicándola un año después en su primer álbum junto con otro de sus clásicos, Cançó de matinada, siendo éste su primer
disco en catalán que llegaría a ser número uno en todo el Estado español y, a
lo largo del tiempo, se convertiría en un himno de amor de toda una generación.
Tampoco se complicó demasiado el autor que
le decía a su amada: Hold me close and
tell me how you feel, tell me love is real. Y es que cuando el sentimiento
es verdadero las palabras no necesitan de más recursos ajenos, pues la poesía
se encuentra en su propio significado y así, algo tan sencillo como I love you se recarga de una fuerza
capaz de mover planetas, en cuanto tengan un punto de apoyo, claro, y éste no
es otro que words of love you whisper
soft and true…
Words
of love
fue escrita por un tal Charles Hardin Holley, más conocido como Buddy Holly,
allá por 1957, grabándola ese mismo año en los estudios de Norman Petty, en
Clovis, Nuevo México, llegando a ser un tema tan popular que grupos como The
Beatles o The Diamons la versionaron y la volvieron a reeditar. La versión que
os hemos ofrecido, como habréis comprobado, es una acústica a cargo de Paul
McCartney.
Y tantas veces es la magia de los vocablos
la causante del desastre o del encanto que incluso, como dicen nuestro
siguientes amigos, Don’t touch me now,
don’t hold me now, don’t break the spell, darlign, now you are near look in my
eyes and speak to me las palabras de amor… ¡Y es que con frecuencia nos
bastaría con el roce de una voz susurrando como una suave brisa!...
Y es que Queen nos lo decía así, Las palabras de amor, en castellano con
acento anglosajón en este tema de 1982 escrito por Brian May, el guitarrista de
la banda, y que apareció en su álbum Hot
Space. Y la causa de sus frases en español: las palabras de amor o despacito
mi amor no eran sino un guiño para sus innumerables fans de habla hispana,
tanto de España, como de Sudamérica.
Sin embargo, muchas de mis amigas
coinciden en afirmar que el idioma del amor por excelencia es el italiano,
aunque yo pienso que el sentimiento es universal y que las mariposas internas
revolotean ante las frases portadoras de la sinceridad, la verdad y la
sensibilidad suficiente, sin embargo, debo reconocer que algo especial recorre
mi espina dorsal cuando escucho musitadas junto a mi oído cosas como: Ti amo, io sono, ti amo, in fondo un uomo
che non ha freddo nel cuore, nel letto comando io. Ma tremo davanti al tuo
seno. Ti odio e ti amo, e’una farfalla che muore sbattendo le ali. L’amore che
a letto si fa prendimi l’altra meta’ oggi ritorno da lei primo maggio, su
coraggio!....
Umberto Tozzi logró su primer gran éxito
con esta canción en 1977, siendo los siguientes Tú y Gloria. Es este un tema
de reconocimiento y disculpa, aunque a veces de forma contradictoria. Las
sensaciones aparecen en pequeñas imágenes, como destellos, mediante las que el
autor va reflejando sus miedos y deseos internos, pero dejando claro sólo una
cosa por encima de todo: ti amo…
Pero, ¿qué es el amor?... No vamos a
descubrir aquí nada nuevo ni nada que otras personas mucho más sesudas y
calificadas que yo ya lo hayan dicho anteriormente, pero sí que podemos afirmar
que el amor no existe como ente material ni tangible, porque entra dentro de
los límites de lo abstracto y etéreo y simplemente se siente, así su definición
siempre, siempre, entrará dentro de la subjetividad, pero eso no es ningún
inconveniente para que a veces aparezca alguien que nos deje algunas pinceladas
capaces de pintar al amor como algo existente y palpable, como algo tangible y
real: Love is real, real is love. Love is feeling,
feeling love. Love is wanting to be love. Love is touch, touch is love. Love is
reaching, reaching love. Love is asking to be love. Love is you, you and me.
Love is knowing we can be. Love is free, free is love. Love is living, living
love. Love is needing to be love. Porque, a fin de cuentas, tú eres amor
porque yo quiero que lo seas y porque así lo deseo, y el amor es tocarte y
sentirte y oírte y hablarte, y el amor es el silencio en tu compañía y en tu
ausencia… porque el amor es libertad, libertad para quererte…
Love fue compuesta por
John Lennon en 1970 y publicada por primera vez dentro de su álbum John Lennon / Plastic Ono Band, siendo
la versión que os hemos ofrecido una remezcla de la original, pues aquí se
mantiene el mismo volumen durante todo el tema, a diferencia de la otra en la
que hay un incremento progresivo del mismo. No llegó a ser un gran éxito ni
escaló los primeros puestos en las listas de popularidad, sin embargo es una
canción que sigue apareciendo en las recopilaciones y que mucha gente recuerda.
Pero si algo está claro es que el amor
siempre es un juego perdido, porque nos hacemos esclavos de su tiranía y es
como un fuego que acaba devorándonos, un mano mala en un juego de cartas, no
importa cuánto ganes porque siempre acabas derrotado, love is a losing game… love is a losing hand… love is a fate resigned…
love is a losing game…
Y así nos lo dejó claro la mítica y
controvertida Amy Winehouse con su Love
us a losing game, tema aparecido en su álbum Back to Black del 2006. Con su tono melancólico, es esta una
canción de resignación y en la que la esperanza no aparece por ninguna parte y
los recuerdos simplemente perturban mientras los dioses se burlan de nosotros,
porque el amor es un juego perdido.
Al final, como en todo juego, llega el
momento del adiós, la despedida… y el amor no va a ser menos, pues este posee
un flujo constante de ida y vuelta: amores
se van marchando como las olas del mar… Es el amor algo innato del ser humano,
entra dentro de sus características y siempre lo posee, aunque en muchas
ocasiones lo ignoremos: amores los tienen
todos, pero ¿quién los sabe cuidar?... y, como no depende exclusivamente de
uno mismo, pues el amor es una barca con
dos remos en el mar, un remo lo aprietan mis manos y el otro lo mueve el azar…
el amor se marcha, nos deja, se agota y envejece… lo triste es que desaparezca
sin haber aprendido a amar, pues el amor
es como un niño que hay que enseñar a andar…
La voz de Mari Trini, segura, susurrante,
suave… acaricia las palabras para que nuestros sentidos descubran parte de
aquello que nos pertenece como personas y deseemos hacer nuestro lo que ya es,
pero que perdemos por ignorancia, porque esa es la finalidad de las canciones
de amor: descubrir nuestra propia imagen, soñar nuestro auténtico sueño y
darnos cuenta de que simplemente con el amor nos acercamos más a lo divino pues
es el mayor don que cualquier creador puede ofrecer a su obra… Sobre todo, y en
boca de Adele, cuando el amor sale de nosotros pare extenderse al otro ser
querido, entonces el amor se vuelve milagro…
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