EL PERFIL DEL PENTAGRAMA: Volver al negro, por Eva Sion – Marzo 2012
Dicen que mi vida
ha sido totalmente vacía… que no he aprovechado todo lo que la naturaleza me
dio… que no he sabido servirme de los triunfos y los éxitos para sacar lo mejor
de mí… No lo sé, tal vez tengan razón, tal vez me equivoqué en muchas cosas
durante mi existencia, pero ser no es fácil, es un juego complicado y en los
colegios no existe una asignatura con una profesora seria y amargada que nos
haga aprender la lección a base de castigos, porque en esta materia los penitencias
vienen por sí solas, sin previo aviso y no le puedes echar la culpa a nadie…
Y lo malo de la
vida no son tanto los fracasos como los triunfos, esos momentos de gloria en
los que te encuentras tan sola que únicamente puedes contártelo a ti misma y
mientras tanto todo el mundo se pelea por subirse en tu coche y aparecer en la
foto sonriente junto a ti, porque entonces parece que cualquier cosa se la debas
a los demás y no es verdad, es absolutamente falso, pues sólo tú tienes esa voz,
sólo tú sabes escribir esas letras, sólo tú subes a un escenario y te enfrentas
con el mundo que te llega a adorar sólo a ti… Sin embargo los buitres caen del
cielo en círculos cada vez más pequeños hasta devorar tu cadáver, pues los
parásitos de Dios sólo saben vivir de las migajas y de las desgracias de los
otros.
Mi padre, Mich, un
hombre trabajador que recorría diariamente las indolentes calles de la
confusión de Londres con su taxi, me cantaba las canciones de Frank Sinatra y
yo le acompañaba con mi pequeña voz ya aspirante a romper los cristales de la
indiferencia en nuestra casa de Southgate, un rincón como otro húmedo y gris.
Sin embargo, Janis, esa mujer que vendía drogas legales durante ocho horas al
día, no pudo soportar más la tristeza de tanta mediocridad y decidió que los
caminos no siempre deben ser paralelos y decidió abrir una nueva senda hacia el
futuro… Y eso me dolió, pues sólo tenía nueve años y esa edad estas cosas no se entienden.
Entonces comenzó una nueva etapa en la que ni mi hermano Alex ni yo lo tuvimos
fácil, porque cuando la confusión hace su nido en tu hogar, complicado es que
se marche, así que aprendí a interpretar los roles y los personajes que más me
interesaban en cada momento… ¿Qué es la vida sino un teatro?...
Pero, ya veis, un
simple gesto de rebeldía fue demasiado decisivo para continuar mi aprendizaje
interpretativo y por un simple piercing nasal fui expulsada de la escuela de
teatro… y consiguieron lo que no pretendían… Tenía trece años y un enorme
hambre de mundo cuando cayó una guitarra en mis manos y, junto con la soledad
que merodeaba, era cuestión de tiempo que encontrase algo con los que escribir
mis primeras composiciones, las cuales, audaces para mí, pero inocentes para el
resto, regalé a la clientela de varios bares de las barriadas londinenses,
primero con mi grupo rapero Sweet’n’ Sour, y luego con mis chicas del jazz.
Fue entonces
cuando Tyler se cruzó en mi camino, allá en aquella escuela de farándula a la
que me llevo mi abuela Cynthia, cantante de jazz como muchos de mis tíos, y con
él descubrí algo más que los rincones íntimos, algo que no tiene precio hasta
que se nos escapa: la amistad. Y fue él quien me llevó de su mano a la fama entregando
una de mis creaciones a uno de esos señores enchaquetados y condescendientes
que pretenden ser tu padre, pero que en el fondo apetecen de cualquier otra
cosa, me refiero a un productor, en este caso Simon, con quien no estuve mucho
tiempo, pues cuando un diamante comienza a brillar son muchas las manos se
lanzan a cogerlo, y así aparecieron Darcus y Salaam… la vida me sonreía, pero
yo ya había aprendido a evadirme de ella…
Y con “Frank”
llegó la gloria… Todos a mi alrededor se frotaban las manos y hacían cálculos
de los futuros beneficios. Aparecieron los premios, las comparaciones, las entrevistas,
las galas… la locura… y mientras el mundo a mi alrededor estaba feliz… yo me comenzaba
con propios descubrimientos, las de esas cosas que me llevarían al lado oscuro…
Blake que aportó a mi existencia el
desequilibrio necesario para hacerme
tropezar… y la fábrica de fantasmas que me acompañarían desde entonces hasta el
final…
Al
principio la depresión penetra sigilosa como un perro de caza y un día alguien
te deposita una sustancia milagrosa en tu mano que te libera sin esfuerzo a
cambio de tu alma. Sin embargo, de aquellas alucinaciones nacieron estas
palabras que llegaron a ser fantásticas minas de oro: “volver al negro”… y todo
fueron aplausos, premios, elogios y todo aquello de lo que se alimenta el ego…
cuando esto sobrio…
Pero tal vez este
no fuera el camino correcto, o quizá la historia de algunas personas debe ser
corta porque tienen que darlo todo pronto, con rapidez, como si el mundo
necesitara de ello con urgencia… y el premio me venía en cálidas dosis de la
“dama blanca”, o en gramos de “cristal”, o esquiando sobre la “nieve”, o… sy
todo regado por los efluvios etílicos de las destilerías de mi tierra… El laberinto
era mi hogar; el caos, mi lógica y el desenfreno, mi estilo. Y todo culminó en
Belgrado, donde rompí muchos corazones por el desengaño y ni la música brillo por
su melodía, ni mi cuerpo por su ritmo, ni voz por su mensaje…
El caso es que
todavía me había dado tiempo de dejar algún trabajo hecho para que aquellas
pacientes personas que habían estado atesorando las gemas en las minas de mis
canciones, no me echaran de menos demasiado pronto y, tras mi marcha, el 23 de
julio de 2011 a causa de… ¿qué más dará?... apareció “Lioness: HIden Treasures
y el dueto con mi viejo amigo Tony Bennett… Pero el resto de proyectos deberán
esperar a que la rueda vuelva a dar la vuelta completa y la reencarnación me
devuelva, si lo cree razonable, a este planeta con carta blanca para otra
oportunidad.
Amy Winehouse nació en Londres el 14 de septiembre de
1983 y murió en la misma ciudad el 23 de julio de 2011. De ascendencia judía,
dedicó toda su corta vida a la música y la interpretación, siendo cantante y
compositora e interpretando diversos géneros como jazz, R&B, soul y ska y
siendo poseedora de una portentosa voz contralto bastante capacitada para
expresar sus emociones. En su efímera carrera editó dos discos en vida: “Frank”
(2003) y “Back to Black” (2006), con el que ganó cinco Grammy, y tras su muerte
apareció “Lioness: HIdden Treasures”. Está considerada como una de las grandes
cantantes de la música actual y cuya influencia ha llegado a intérpretes como
Duffy, Adele o Lady Gaga.
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